To Glitch or Not To Glitch...

http://pijamasurf.com/2013/04/la-nueva-estetica-y-el-glitch-art-pasion-por-la-distorsion-del-sueno-de-la-realidad/

   Las nuevas teorías sobre el arte, lo contemporáneo y lo moderno, se han convertido en -probablemente me apresuro en este punto- el seísmo que se necesitaba para iniciar un serio debate sobre lo qué como ciudadanos del mundo globalizado consumimos y cómo lo consumimos.

   En las filosofías sobre lo estético durante la primera parte del siglo XX, se trató lo bello y lo feo, ambos como parte de un elemento carácterístico del proceso creativo o motivo del artista/autor para expersar en una obra de arte u objeto estético; lo que sería igual a representar un paisaje de costa en un día soleado, y luego volver en medio de una tormenta y presenciar la devastación y los destrozos de esa misma costa que fue romanticamente representada. Lo feo de la naturaleza también posee un "aura estética" que arroba en igual medida que lo bello; y aquí sí me apresuro a decir que, tal vez el horror y lo feo raptan en mayor medida que lo bello.

   Mientras se debate entre conceptos rancios sobre socialismo y capitalismo, se olvida que ambos conceptos estan plagados de errores que hasta ahora nadie a buscado solucionar; alguien sigue el Instagram de National Geographic, y tapea dos veces la pantall para decir que le gusta una imagen de un bosque con la misma rapidez con que luego tapea dos veces una foto de una silla de madera en el perfíl de alguna tienda por departamentos, sin detenerse seríamente a ver que mientras más sillas como esa se realizacen menos bosques como los de las fotos de National Geographic van a seguir existiendo.

   Olvidamos simplemente a la persona que tala el bosque, quien es un trabajador asalariado de una gran corporación que aliada con una cadena de tiendas por departamento contratan una fuerza laboral y un equipo de publicistas para convencernos que necesitamos ese mueble; porque piensan los empresarios que en cierta manera estamos teniendo un poco de ese bosque, y así otro trabajador asalariado sale a comprar el mueble, la cadena de trabajadores que produce se iaguala a la que consume.

   Y así, en un interminable loop de discusiones sobre capital y sociedad, sobre responsabilidad ambiental y bienestar social, nunca saldremos de la ya arcaica visión de dividir siempre en dos, una cada vez más fraccionada "aldea global".

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